top of page

8 de Octubre: PERÓN CUMPLE

Por: Camilo Porto Rojas


Este 8 de octubre, el Campo nacional y popular en su conjunto conmemora el 125° aniversario del natalicio del Teniente General Juan Domingo Perón. Pensar la figura del gran líder del Movimiento Nacional implica abordar tanto su obra de gobierno como su extensa y virtuosa producción intelectual. Efectivamente, acción y pensamiento nunca se vieron tan entreverados como en la figura del General del Pueblo. Nacido en el ocaso del siglo XIX, la energía vibrante de las luchas emancipatorias contra el verdugo español parece haberlo atravesado desde su más tierna infancia.

Ahondar en la obra de gobierno del peronismo será tema de otros trabajos. Resulta ésta tan inmensa, tan inconmensurablemente valiosa, que sería necesario estudiar cada punto por separado para llegar a la comprensión integral de su enorme legado.

Con el concurso de las grandes mayorías nacionales, el gobierno peronista dividiría su acción en función de tres objetivos centrales: 1) industrializar el país, base esencial de toda independencia económica y por consiguiente de una auténtica soberanía política; 2) la capacidad material y espiritual del Pueblo, así como la organización sindical y política de los sectores postergados en virtud de lograr una auténtica Justicia Social capaz de sostenerse en el tiempo, y 3) sentar las bases de una integración regional sólida, en tanto ningún país podrá liberarse si no se libera primero en continente.

Con ostensible comprensión del momento histórico que atravesaba el mundo, forjó su pensamiento en la premisa de que el sistema Demoliberal capitalista entraba en un acelerado proceso de descomposición. En sus palabras:

“El mundo occidental ha destruido durante demasiado tiempo, y sigue destruyendo todavía, los valores espirituales de los pueblos que explotan el capitalismo y sus insaciables ambiciones egoístas de riqueza, y de predominio”.

La acción política peronista se centró en la organización de las clases subalternas en grandes asociaciones capaces de desempeñar no solo una efectiva defensa de los intereses profesionales y sociales de sus afiliados, sino también de participar en la solución de los grandes problemas que atañen a la Nación. Con Perón, la Clase Trabajadora se hizo manifiesta en la vida política Argentina. A través de su prédica, sentó las bases de una organización sindical sólida y unificada en una sola central obrera capaz de hacerle frente a la ambición desenfrenada de un Capital cada vez más concentrado. En cierto sentido, el gran pecado cometido por el líder justicialista ha sido el haber llevado la conciencia de Clase, antiimperialista e iberoamericana de las masas al más alto grado:

“…Pensamos que los trabajadores deben confiar en sí mismos y recordar que la emancipación de la clase obrera está en el obrero mismo.”

A partir de la Revolución Peronista, el Movimiento Obrero no admitiría más intermediarios que ellos mismos para cumplir con el mandato del Pueblo. En Perón, la masa sufriente y encarnecida se hizo cuerpo. Bien lo supo la Oligarquía: todo agravio, toda acción destituyente contra el gobierno del General, no era otra cosa que la reacción de los privilegiados frente al gobierno de los oprimidos.

Su pensamiento geopolítico es, por demás, una guía inagotable aún por estos tiempos. Su reivindicación del pensamiento sanmartiniano, su prédica en favor de la unidad de las naciones del Tercer Mundo y su concepción universal en la que imprimió la filosofía de la Comunidad Organizada, han sido retomadas por los Movimientos Nacionales de toda la región.

El pensamiento, la obra y el ejemplo de Juan Domingo Perón han atravesado las eras. Desde 1945 a esta parte, el peronismo ha sido la gran obsesión de las clases parasitarias de nuestro país, quienes han pretendido durante décadas subordinar definitivamente a la Argentina al dominio del gran Capital Internacional:

“La fuerza del Peronismo radica, en gran parte, en que constituye un gran movimiento nacional y no un partido político. Lo moderno, que obedece a las nuevas formas impuestas por la evolución y las necesidades actuales, es una idea transformada en doctrina y hecha ideología, que luego el Pueblo impregna de una mística con que el hombre suele rodear a todo lo que ama. Ése es el único caudillo que puede vencer al tiempo a lo largo de las generaciones. Por eso el Peronismo ha podido resistir a la violencia gorila. (…) Nuestros enemigos, que vienen del sistema demoliberal, traen con ellos, de una época política que ha sido superada por el tiempo, los viejos esquemas de una escuela caduca y por eso se sienten superados por el peronismo, que representa una etapa nueva: la de los grandes movimientos nacionales que estamos viendo surgir en todas partes donde existe progreso y evolución.”

Las organizaciones libres del Pueblo seguiremos levantando el legado las banderas de Perón, las únicas que llevará a este Pueblo a la victoria.

bottom of page